Un Oficial de Inmigraci贸n Nos Meti贸 a Mi Hermana y a M铆 en Un Armario y Nos Agredi贸 Sexualmente


Advertencia: Este escrito contiene descripciones de asalto sexual sufridos por la autora por un oficial de inmigraci贸n.
Hab铆a o铆do rumores sobre los retos a enfrentarse en la frontera de Estados Unidos, y entend铆a las consecuencias si decidiera cruzar para encontrar un futuro mejor. Aunque nada de eso importaba. Mi hermana y yo est谩bamos determinadas a huir de Guatemala. Luego de pensarlo y hablarlo una y otra vez, el julio pasado hicimos la movida. Nos montamos en un autob煤s y condujimos todo el camino hasta la frontera de Texas y M茅xico, rezando por una vida m谩s segura y m谩s pac铆fica.
Cuando llegamos a la frontera de Estados Unidos, est谩bamos tan emocionadas. Hab铆amos llegado a la tierra de oportunidades, al pa铆s en el que se protegen los derechos humanos. Entend铆amos que el arresto y la deportaci贸n eran una posibilidad, pero 鈥攑or primera vez en muchos a帽os鈥 nos sent铆amos seguras de que nadie nos har铆a da帽o.
Desafortunadamente, ahora me doy cuenta que partimos de muchas premisas falsas. Despu茅s de cruzar la frontera, nos perdimos. Afortunadamente, o eso pens谩bamos, vimos a dos oficiales estadounidenses de inmigraci贸n y les pedimos ayuda. Los oficiales dijeron que nos ayudar铆an. Nos pidieron que levant谩ramos las manos, que sacudi茅ramos nuestra ropa, y se llevaron nuestras mochilas antes de llevarnos a una estaci贸n de Aduanas y Protecci贸n Fronteriza (CBP, por sus siglas en ingl茅s).
Cuando llegamos a la estaci贸n, nos pidieron, a mi hermana y a m铆, que nos quit谩ramos los zapatos, nos interrogaron y nos pusieron en una celda de detenci贸n. Nos dejaron ah铆 con solo un oficial de CBP. El oficial de CBP me llev贸 a lo que parec铆a ser un armario. El cuarto ten铆a comida como en una despensa, lo que me hizo preguntarme por qu茅 me trajo aqu铆. Toda la situaci贸n se sent铆a extra帽a desde el principio.
Una vez en el cuarto que parec铆a un armario, el oficial bloque贸 la puerta y me pidi贸 que me quitara mi su茅ter, mi camisa, y mi camisilla. Dijo que esto era para asegurarse que no llevaba conmigo nada ilegal. Pero no se detuvo ah铆. Me levant贸 el sost茅n, coloc贸 sus manos debajo y me acarici贸 los senos.
Entonces, exigi贸 que me quitara los pantalones y las mallas. Trat茅 de calmarlo y le asegur茅 que no ten铆a nada que esconder, pero comenz贸 a bajarme la ropa interior a la fuerza. Me toc贸 inapropiadamente, pasando su mando por mi vagina. Estaba tan asustada y confundida鈥 no pod铆a entender por qu茅 茅l estaba haciendo esto. Claramente no era necesario por razones de seguridad. Me siento tan tonta por dejar que sucediera. Ahora me doy cuenta de que era todo para su propio disfrute.
Minutos despu茅s, el mismo oficial se llev贸 a mi hermana menor, que solo ten铆a 17, al mismo cuarto. Mi hermana sali贸 de ah铆 igual que yo; llorando y aterrorizada. Mi hermana era tan solo una ni帽a鈥 jam谩s pens茅 que le har铆a lo que me hizo a m铆. Al d铆a de hoy, todav铆a no lo puedo creer. Me siento tan culpable. Pens谩bamos que hab铆amos dejado atr谩s un mundo de violencia y opresi贸n, solo para darnos cuenta de que los oficiales de inmigraci贸n en los Estados Unidos parec铆an ser igual a los oficiales en nuestro pa铆s, abusando del tremendo poder y responsabilidad que conlleva su trabajo.
Al vernos llorar, el oficial trat贸 de calmarnos con chocolates y papitas. Esperaba que no hici茅ramos un esc谩ndalo, que contuvi茅ramos las l谩grimas que hab铆a causado su comportamiento indignante, para que evit谩ramos que se metiera en problemas.
La verg眉enza y dolor que sentimos en ese cuarto son indescriptibles. La idea de que un oficial de inmigraci贸n toque las partes m谩s 铆ntimas de mi cuerpo sin mi consentimiento me mata. He sufrido todos los d铆as por esta experiencia, al punto tal que se me hace extremadamente dif铆cil dormir por las noches. Incluso, ha habido d铆as en los que siento que no deber铆a estar viva.
He estado recibiendo terapia regularmente, lo cual me ha ayudado mucho. Pero quiero que este oficial y cualquier otro oficial de CBP que cometa este tipo de abuso sea castigado.
La primera vez que report茅 el incidente, necesit茅 de toda mi fuerza interna para revelar lo que hab铆a sucedido. Relat茅 el episodio, y m谩s adelante mi hermana y yo presentamos declaraciones escritas. Hasta nos hicieron dibujar una imagen del armario d贸nde ocurri贸. Pero al final, despu茅s de todo, no creo que el oficial de CBP haya sido disciplinado.
Es por eso que hoy, mi hermana y yo hemos decidido radicar una querella en contra del oficial. Lo hacemos con la esperanza de que nadie m谩s sea abusado sexualmente por oficiales de CBP u oficiales de cualquier otra agencia. Compartir esta historia no es f谩cil para m铆, pero quiero ayudar a aquellos que piensan cruzar la frontera. Lo que nos pas贸 a nosotras NO es normal, NO es parte del protocolo y NO es legal. Nadie, no importa cu谩l sea su situaci贸n o historia, merece pasar por esto.
Desde el incidente, a trav茅s de 糖心Vloghe aprendido que la Oficina de Aduanas y Protecci贸n Fronteriza es la agencia de orden p煤blico m谩s grande en los Estados Unidos, y que muchos ni帽os que tratan de escapar del trauma y abuso en sus pa铆ses a menudo experimentan abuso y maltrato adicional a causa de estos agentes fronterizos. Desafortunadamente, pocas personas lo saben. CBP a menudo se niega a asumir responsabilidad de sus actos y esconde los informes de abuso y no revela si los oficiales son disciplinados. Espero olvidar lo que nos sucedi贸 y seguir adelante. Pero este oficial fronterizo y CBP tienen que asumir responsabilidad por lo ocurrido.
* Clarita es un seud贸nimo usado para proteger la identidad de nuestro cliente.